Nieva adentro
expo de Román Vitali
16/set. al 21/oct. en el Museo del Diario La Capital
Un paisaje sólido
Hay hechos que solo algunas personas pueden ver.
La muerte al desnudo, las flores y su equilibrio de unas horas; las cabezas del lobo y los hombres-rosa son las mismas víctimas sobre la pared.
Y a veces, casi nada, porque el cuerpo ya no está, queda solo su porción de sangre dibujando un charco que no desaparece.
Las tragedias dejan fantasmas. Ellos tiraron los floreros, quieren que sintamos su presencia.
Los sillones antiguos, el brocato, el polvo en el aire, la muerte sin reparar, las marcas en las cabezas, el dinero; y sistemáticamente la sangre en el piso. La casa es un paisaje sólido donde todo se precipitó hasta el fondo y quedó detenido en el tiempo.
La exposición de Román Vitali es una mise en scène de una serie de hechos trágicos; una obra que habla de los otros, aquellos que no vemos, pero nos rozan la piel, a través de una brisa, cambios de luz, el desosiego del atardecer.
Hay hechos que solo algunas personas pueden ver.
La muerte al desnudo, las flores y su equilibrio de unas horas; las cabezas del lobo y los hombres-rosa son las mismas víctimas sobre la pared.
Y a veces, casi nada, porque el cuerpo ya no está, queda solo su porción de sangre dibujando un charco que no desaparece.
Las tragedias dejan fantasmas. Ellos tiraron los floreros, quieren que sintamos su presencia.
Los sillones antiguos, el brocato, el polvo en el aire, la muerte sin reparar, las marcas en las cabezas, el dinero; y sistemáticamente la sangre en el piso. La casa es un paisaje sólido donde todo se precipitó hasta el fondo y quedó detenido en el tiempo.
La exposición de Román Vitali es una mise en scène de una serie de hechos trágicos; una obra que habla de los otros, aquellos que no vemos, pero nos rozan la piel, a través de una brisa, cambios de luz, el desosiego del atardecer.
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