Dispositivos
La conquista del detalle
Detalles: MOSCAS
trabajo de traducción de textos de Daniel Arasse, libro : El Detalle
trabajo de traducción de textos de Daniel Arasse, libro : El Detalle
Salomone de Grassi
La Creación del cielo y de la tierra
Uffiziolo de Filippo Ma. Visconti, s. XIV
iluminación
Florencia, Biblioteca Nazionale Centrale
Le Guerchin
Et in Arcadia ego, 1618
óleo sobre tela
82 x 91 cm.
Roma, Galleria Nazionale d'Arte Antica
Anónimo
El Rey David pidiendo a Dios
s. XV
iluminación Bayonne
musée Bonnant
Albrecht Dürer
La Virgen adorando al Niño
panel central del retablo de Dresde, 1496-1497
temple sobre tela, 117 x 96,5 cm.
Dresde, Gemäldegalerie
temple sobre madera, 37,5 x 18,5 cm.
Londres, National Gallery
Carlo Crivelli
La Virgen y el Niño, cerca de 1480
temple y oro sobre madera
36,5 x 23,5 cm.
New York, The metropolitan Museum of Art.
Giovanni Santi
El Cristo de la Piedad, cerca de 1480
óleo sobre madera traspasada a la tela,
66,5 x 54,5 cm.
Budapest, Szépmüvészch Múzeum.
Dispositivos
La conquista del detalle
Detalles: MOSCAS
Antes
de concluir la Vida de Giotto, Vasari cuenta una anécdota relativa a
la juventud del pintor : "Giotto, en su juventud, pintaba un día de una
manera asombrosa una mosca sobre la nariz de una figura comenzada por Cimabue,
su maestro, quien metiéndose de nuevo a su trabajo, intenta varias formas de
cazarla con la mano, antes de darse cuenta de su confusión". La historia
es graciosa: puesta esta mosca sobre la nariz de una figura, Vasari hace de la
proeza del pintor, una de las gracias, que eran costumbre de Giotto, con el
buen tono de un joven, sugerido en la narración, que lo presenta como un
pequeño juego, del cual no se dejará tomar un artista del Cinquecento, ni para
provocar ni para caer en la trampa.
Concluyendo el detalle condensa el progreso de
la pintura: esta mosca pintada es el emblema de la nueva maestría de los medios
de representación mimética, como si la conquista de la verdad en pintura pasara
por eso, su detalle de semejanza.
Ciertamente, puede ser que Giotto, jamás pintó la mosca; la práctica no
era de su tiempo, y Vasari, evidentemente, lo sabía. pero el momento donde él
escribió las Vidas, a mitad del s. XVI, la mosca era un motivo pictórico que había
conocido un buen suceso entre la mitad del Quattrocento y comienzos del s. XVI.
Las reencontramos en numerosos ejemplares: integradas a la composición,
pintadas sobre el borde de la imagen o posadas sobre la misma superficie de la
pintura, donde sea entonces que estos dispositivos convengan, la lista de
moscas pintadas es larga y lejos de ser finalizada.
Este
motivo no es de origen florentino, parece provenir más bien del Norte y
Flandres, Alemania o Italia del Norte. Se atribuye la paternidad de este motivo
a Giotto, Vasari trabajó, para una mayor gloria de Florencia.
La
mosca de ficción de Giotto recuerda la famosa cortina de Parrasios, que fuera
tomada por Zeuxis en persona,
y más
precisamente, ese pasaje de Images de Philostrato, donde como la
pintura tenía representada una abeja posada sobre una flor con tanto arte que
era imposible de saber si " una verdadera abeja fue engañada por la
pintura o si una abeja pintada engañaba al espectador".
La
mosca pintada exalta entonces la capacidad de la pintura al engañar los ojos,
viniendo un detalle de la imagen cerca del espectador, como si saliera del
plano de la pintura.
la gloria de Florencia se tenía, al contrario, en fundar un espacio
"que perfora el muro".
Pintando este insecto sobre su tela o su tabla, el pintor hacia alarde
de su saber hacer.
Esta
complejidad misma hace a su interés, por eso que ella anuncia el nuevo estatus
que conquista el detalle a los orígenes de la pintura mimética.
Colocando la mosca de Giotto sobre la nariz de una figura, Vasari pone
al máximo la interpretación al solo valor que le interesa, la demostración de
virtuosidad artística. Esto es bien suyo, cuando ella aparece, por ejemplo, en
el contexto de un retrato: la "verdad" de la mosca confirma aquella
de la figura, ella contribuye a hacerla "salir de la tabla", a
transformar la ausencia presente.
Pero
que sucede en esta mosca que Giovanni Santi, el padre de Rafael, pìntó sobre el
pecho de Cristo
Igualmente, el tamaño desproporcionado que
toma la mosca en Santa Catarina de Alejandría (Londres, National Gallery)
atribuida al atelier de Carlo Crivelli
de la Virgen y el Niño del Museo metropolitano
. Jesús la observa con una mirada hostil y como aterrorizado, siempre
protegiendo el jilguero que tiene en sus manos.
Podremos inclinarnos entonces a describir un desarrollo al origen de
este motivo a preocupaciones propias a un detalle devoto hacia evocaciones más
altas
El singular caza-moscas con el cual un
minúsculo ángel protege a Jesús dormido en la Virgen adorando al Niño de Durero
(1496-1497, Dresde) se explica por el mismo contexto, el sueño del Niño
prefigurando su futura muerte.
Animal nefasto, alimentándose sobre los
cadáveres, y trasmitiendo enfermedades y en particular, según Plineo el
Anciano, la peste, la mosca tiene valor moral en pintura. Integrada
dramáticamente a la representación, o hecha posándose sobre la tabla, ella
puede explícitamente asociada a un contexto iconográfico en este preciso
sentido - tal es el caso del Rey David pidiendo a Dios para obtener el
fin de la peste en una miniatura conservada en el Museo Bonnant de Bayonne.
Ella puede ser que esté ahí porque su presencia incongruente suscita una
sorpresa eficaz y ayuda a aquel que mira a actualizar el desarrollo devoto
hacia la imagen recordando por ejemplo la obra de Giovanni Santi, bajo la forma
de una mancha imborrable del Cuerpo de Cristo, el escándalo de las heridas
portadas por los hombres sobre su mismo cuerpo.
TACCUINO- Libreta de apuntes
original de Giovannino de Grassi.
Algunos animales que contiene son copiados
prácticamente de la Historia Plantarum conservado en la Biblioteca Casanatense
de Roma; este último es un verdadero herbario ilustrado, donde las plantas no
son representadas (en su apariencia natural) pero si presentados de modo
científico. Los dibujos de Giovannino Grassi son integrados sin ruptura, esto
confirma su lugar entre estudio de pintura e ilustración científica.
Por
otra parte, Salomone de Grassi, hijo y colaborador de Giovannino de grassi,
observador preciso en el TACCUINO, es también iluminador del príncipe de Milán.
Sobre la página de l'Uffiziolo de Filipo María Visconti representando :La
Creación del cielo y de la tierra Salomone de Grassi hizo obra de
pintor de corte donándole a su príncipe una prueba excepcional de su saber
hacer artístico: él pintó siete moscas posadas en el mismo pergamino.
Etas
bien podrían ser las primeras "moscas pintadas" de la tradición y el
primer trompe l'oeil de toda la pintura europea, ellas muestran cuanto de padre
a hijo, y a pesar de todo las diferencias de calidad, el estudio científico de
las apariencias de la naturaleza se articula a la demostración de un saber
propiamente artístico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario