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Un anclaje en los ojos
Comentario a partir de una escultura "El hombre pantalla" de Román Vitali
A la distancia se ve un cuerpo sin órganos y unos ojos fantásticos, superficie de ficción + superficie de ficción. Como si alguien se hubiera puesto un disfraz doble.
Un disfraz absoluto sobre todo el cuerpo.
En cada plano hay tanto materiales como espacios abiertos. Se puede suponer, que para que utilicemos este traje, el artista pensó en que nos llegue el aire y podamos respirar.
Los hilos, las cuentas, el aire, construyen una multiplicidad. Si lo pensamos en términos de continuidad hay un flujo que recorre la trama y se hace viscoso en los ojos, que quedan fuera de escala; casi como accesorio del cuerpo, unas gafas, unas prótesis decoradas adaptándose al lugar de los ojos. Este aumento de dimensiones en una multiplicidad, según Deleuze y Guattari es un "agenciamiento", que cambia necesariamente de naturaleza a medida que aumenta sus conexiones, donde el fuera de escala puede verse como la aceleración de un plano.
El ser del disfraz doble es ajeno a la genética, un desconocido. o también un extranjero.
Supongo, que no podemos conocernos realmente aún sin disfraz.
Una primer mirada construye un puente y un anclaje en los ojos.
Un acercamiento nos conduce a distintas superficies, que al tocar recorto y después se reconstruyen en mi cabeza. Veo entonces una persona en varias dimensiones.¿ Existirá?
Algunos planos oponen resistencia, otros se desarman y se deslizan y se adaptan al instante y vuelven cuenta por cuenta.
Abril/2005
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