CABEZA CON PARARRAYOS
Comentario sobre Portarretrato, 2005, de Ma. Luján Castellani
no es el recuerdo que casi siempre se pierde, pero si el rostro, vista rápida, refucilo.
Prevemos que el tiempo pasa y se pierde, pero, a pesar de esto, las imágenes se nos imponen.
Así es, como un rostro tras otro, una cantidad de gente en la cabeza, se precipita a la obra. Las figuras se adelantan en el pliegue, dan un paso al frente y vienen a la búsqueda de nuestra mirada. La foto se retuerce y los marcos se derriten como en los relojes de DALI.
A la vez me pregunto que hay en esos márgenes que se funden. Vacío que lanza los personajes al primer plano.
Son fórmulas del plano – pensamiento, usuales en el cine mudo, donde alguien evocado se inscribe físicamente en la imagen.
Así están dadas las cosas, mientras que hay una zona inactiva que no se puede ver, lo elegido se acerca, brilla y centellea. En un tiempo de película, impresión mágica de comunicación a distancia entre los seres.
A través de lo que estaba perdido llegué hasta aquí.-
18-03-06
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