29/8/10

MINUJÍN, MARTA- El arte como Leyenda

Partenón de libros, 1983, Avda 9 de julio y Avda. Sta. Fe



Carlos Gardel, 1981, IV Bienal de Medellín, Colombia.




La torre de James Joyce de pan, 1980





Obelisco de Pan Dulce, 1979

Marta Minujín (Buenos Aires, 1941)

Egresada de las escuelas nacionales de Bellas artes “Prilidiano Pueyrredón” y “Ernesto de la Cárcova”, pronto se destacó dentro del renovador movimiento artístico de los ’60.
En 1960 viajó a París x medio de 1 beca del FNA. Esa época comenzó a trabajar con colchones, 1º como parte de la composición y luego como estructuras habitables.
En 1965, junto a Rubén Santantonín (1919-19699, creó La Menesunda, una ambientación multisensorial de arte participativo.

EL ARTE COMO LEYENDA

1978-Comienza sus monumentales obras consumibles, que se inauguran con El Obelisco de Pan Dulce (1978), continúan con La Torre de James Joyce en Pan (1980) – realizada en Irlanda – y se prolongan en una progresión de figuras simbólicas recubiertas con diferentes alimentos. Paralelamente Minujín desarrolla una serie de “deconstrucciones de mitos” en obras como El Nido de Hornero Gigante (1976) – una parte de Comunicando con tierra- E Obelisco Acostado (1978), presentada en la ciudad de San Pablo, el mencionado Obelisco de Pan Dulce y Carlos Gardel de Fuego (1981), realizada para la Bienal de Medellín.
Estas obras que conjugan la historia, sus símbolos y uno de los principales baluartes de la sociedad contemporánea – el consumo -, desembocan en un grandioso Partenón de libros (1983), una réplica del Partenón de Atenas recubierta con libros prohibidos durante la dictadura militar, realizada en homenaje a la cultura y a la democracia.

Obelisco de Pan Dulce, 1979
“Hay muchos monumentos en el mundo que son obeliscos; pero quería construir la leyenda de uno que fue consumido por la gente. Lo imaginé de pan dulce ya que es una cosa festiva. Entonces fue un obelisco de pan dulce qued después vino a grúa lo acostó y la gente se llevó los panes … eran 30.000.Fue para fin de año en Navidad”.

La torre de James Joyce de pan, 1980. De la serie de “Los mitos populares”. Bienal ROSC ’80, Dublín, Irlanda.
“La torre reproduce un mito popular de la ciudad: la torre actual museo James Joyce, donde fue escrito el Ulises. El pan lactal es porque en un cuento, Joyce habla de una panadería, Downes. Yo encontré que esa panadería todavía existía y le propuse al dueño mi proyecto. Me donó el pan, hice la torre, después una grúa la acostó y la gente se llevó y comió el pan”.

En el arte de participación, arte para todos, Minujín involucra a las personas desde distintas perspectivas. Por un lado como habitantes de la ciudad que verán sus propios mitos puestos en escena y, por otra, por la participación real ya sea en la preparación del evento como en su consumación/consumición.

Remitificaciones de Carlos Gardel, 1981, IV Bienal de Medellín, Colombia.
“En Medellín hay un barrio gardeliano. Mi Gardel de fuego tenía 17 mts. De alto. Una de las manos se tomaba del chaleco. Era todo de hierro recubierto de algodón, porque Colombia es productora. Diez mil personas cantaban el tango Volver. En la inauguración se le prendió fuego para rememorar la forma en que Gardel murió en el accidente aéreo. Desmitifiqué el mito porque lo quemé. Pero, a la vez, lo remitifiqué al hacerlo de fuego”.

Partenón de libros, 1983, Avda 9 de julio y Avda. Sta. Fe
“Terminando la dictadura militar muchos libros habían sido escondidos en los sótanos de las editoriales. A mí seme ocurrió festejar la democracia con un Partenón de los libros prohibidos. En ese momento, para la asunción de Alfonsín venían invitados presidentes, intelectuales de todas partes del mundo. El Partenón es un símbolo de Grecia donde nació la democracia. Conseguí auspicios, para hacerlo porque la gente estaba entusiasmada, alborozada por el retorno a la democracia. La Secretaría de Cultura-en ese momento estaba Pacho O’Donnell autorizó el proyecto y me ayudó con los carteles de publicidad en vía pública. Tardé 17 días en construirlo. Era de las mismas dimensiones que el Partenón real. De los 30.00 libros prohibidos que contenía, 9.000 se donaron a bibliotecas municipales y el resto se los llevó la gente”.

“¿Por qué hago arte efímero? Para que quede como leyenda. El Partenón de libros queda en la leyenda. En el mundo de la información, no necesariamente hay que ir a Grecia para verlo. El de Buenos Aire existe y más si se consolida la leyenda… Hubo muchos Gardel, pero ninguno de fuego. Hubo muchos obeliscos… pero de pan dulce solo uno…”.

column arte raro, Programa Obra en Deconstrucción, sábado 14-08-10


1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente ❤️