28/9/12

MOSCAS-Dispositivos de la conquista del detalle en Pintura-estudio de Daniel Arasse

 

Dispositivos

La conquista del detalle

Detalles: MOSCAS

trabajo de traducción de textos de Daniel Arasse, libro : El Detalle

 
 


 

 
Salomone de Grassi
La Creación del cielo y de la tierra
Uffiziolo de Filippo Ma. Visconti, s. XIV
iluminación
Florencia, Biblioteca Nazionale Centrale 
 
 


 
Le Guerchin
Et in Arcadia ego, 1618
óleo sobre tela
82 x 91 cm.
Roma, Galleria Nazionale d'Arte Antica
 
 
  


 
Anónimo
El Rey David pidiendo a Dios
s. XV
iluminación Bayonne
musée Bonnant 
 
 
 


 
Albrecht Dürer
La Virgen adorando al Niño
panel central del retablo de Dresde, 1496-1497
temple sobre tela, 117 x 96,5 cm.
Dresde, Gemäldegalerie
 
 
 

 
Atelier de Carlo CrivelliSanta Catarina de Alejandría, cerca 1491-1494
temple sobre madera, 37,5 x 18,5 cm.
Londres, National Gallery
 
 
 
  
Carlo Crivelli
La Virgen y el Niño, cerca de 1480
temple y oro sobre madera
36,5 x 23,5 cm.
New York, The metropolitan Museum of Art. 
 
 

  
Giovanni Santi
El Cristo de la Piedad, cerca de 1480
óleo sobre madera traspasada a la tela,
66,5 x 54,5 cm.
Budapest, Szépmüvészch Múzeum. 
 
 

Dispositivos

La conquista del detalle

Detalles: MOSCAS

 
   Antes de concluir la Vida de Giotto, Vasari cuenta una anécdota relativa a la juventud del pintor : "Giotto, en su juventud, pintaba un día de una manera asombrosa una mosca sobre la nariz de una figura comenzada por Cimabue, su maestro, quien metiéndose de nuevo a su trabajo, intenta varias formas de cazarla con la mano, antes de darse cuenta de su confusión". La historia es graciosa: puesta esta mosca sobre la nariz de una figura, Vasari hace de la proeza del pintor, una de las gracias, que eran costumbre de Giotto, con el buen tono de un joven, sugerido en la narración, que lo presenta como un pequeño juego, del cual no se dejará tomar un artista del Cinquecento, ni para provocar ni para caer en la trampa.

 Concluyendo el detalle condensa el progreso de la pintura: esta mosca pintada es el emblema de la nueva maestría de los medios de representación mimética, como si la conquista de la verdad en pintura pasara por eso, su detalle de semejanza.

   Ciertamente, puede ser que Giotto, jamás pintó la mosca; la práctica no era de su tiempo, y Vasari, evidentemente, lo sabía. pero el momento donde él escribió las Vidas, a mitad del s. XVI,  la mosca era un motivo pictórico que había conocido un buen suceso entre la mitad del Quattrocento y comienzos del s. XVI. Las reencontramos en numerosos ejemplares: integradas a la composición, pintadas sobre el borde de la imagen o posadas sobre la misma superficie de la pintura, donde sea entonces que estos dispositivos convengan, la lista de moscas pintadas es larga y lejos de ser finalizada.

   Este motivo no es de origen florentino, parece provenir más bien del Norte y Flandres, Alemania o Italia del Norte. Se atribuye la paternidad de este motivo a Giotto, Vasari trabajó, para una mayor gloria de Florencia.

   La mosca de ficción de Giotto recuerda la famosa cortina de Parrasios, que fuera tomada por Zeuxis en persona,

 y más precisamente, ese pasaje de Images de Philostrato, donde como la pintura tenía representada una abeja posada sobre una flor con tanto arte que era imposible de saber si " una verdadera abeja fue engañada por la pintura o si una abeja pintada engañaba al espectador".

 
   La mosca pintada exalta entonces la capacidad de la pintura al engañar los ojos, viniendo un detalle de la imagen cerca del espectador, como si saliera del plano de la pintura.

la gloria de Florencia se  tenía, al contrario, en fundar un espacio "que perfora el muro".

 
   Pintando este insecto sobre su tela o su tabla, el pintor hacia alarde de su saber hacer.


   Esta complejidad misma hace a su interés, por eso que ella anuncia el nuevo estatus que conquista el detalle a los orígenes de la pintura mimética.

 
   Colocando la mosca de Giotto sobre la nariz de una figura, Vasari pone al máximo la interpretación al solo valor que le interesa, la demostración de virtuosidad artística. Esto es bien suyo, cuando ella aparece, por ejemplo, en el contexto de un retrato: la "verdad" de la mosca confirma aquella de la figura, ella contribuye a hacerla "salir de la tabla", a transformar la ausencia presente.

 

   Pero que sucede en esta mosca que Giovanni Santi, el padre de Rafael, pìntó sobre el pecho de Cristo


 Igualmente, el tamaño desproporcionado que toma la mosca en Santa Catarina de Alejandría (Londres, National Gallery) atribuida al atelier de Carlo Crivelli

 
de la Virgen y el Niño del Museo metropolitano . Jesús la observa con una mirada hostil y como aterrorizado, siempre protegiendo el jilguero que tiene en sus manos.

 

   Podremos inclinarnos entonces a describir un desarrollo al origen de este motivo a preocupaciones propias a un detalle devoto hacia evocaciones más altas

 

El singular caza-moscas con el cual un minúsculo ángel protege a Jesús dormido en la Virgen adorando al Niño de Durero (1496-1497, Dresde) se explica por el mismo contexto, el sueño del Niño prefigurando su futura muerte.

 

Animal nefasto, alimentándose sobre los cadáveres, y trasmitiendo enfermedades y en particular, según Plineo el Anciano, la peste, la mosca tiene valor moral en pintura. Integrada dramáticamente a la representación, o hecha posándose sobre la tabla, ella puede explícitamente asociada a un contexto iconográfico en este preciso sentido - tal es el caso del Rey David pidiendo a Dios  para obtener el fin de la peste en una miniatura conservada en el Museo Bonnant de Bayonne. Ella puede ser que esté ahí porque su presencia incongruente suscita una sorpresa eficaz y ayuda a aquel que mira a actualizar el desarrollo devoto hacia la imagen recordando por ejemplo la obra de Giovanni Santi, bajo la forma de una mancha imborrable del Cuerpo de Cristo, el escándalo de las heridas portadas por los hombres sobre su mismo cuerpo.

 

TACCUINO- Libreta de apuntes

 
original de Giovannino de Grassi.

Algunos animales que contiene son copiados prácticamente de la Historia Plantarum conservado en la Biblioteca Casanatense de Roma; este último es un verdadero herbario ilustrado, donde las plantas no son representadas (en su apariencia natural) pero si presentados de modo científico. Los dibujos de Giovannino Grassi son integrados sin ruptura, esto confirma su lugar entre estudio de pintura e ilustración científica.

 
   Por otra parte, Salomone de Grassi, hijo y colaborador de Giovannino de grassi, observador preciso en el TACCUINO, es también iluminador del príncipe de Milán. Sobre la página de l'Uffiziolo de Filipo María Visconti representando :La Creación del cielo y de la tierra  Salomone de Grassi hizo obra de pintor de corte donándole a su príncipe una prueba excepcional de su saber hacer artístico: él pintó siete moscas posadas en el mismo pergamino.

   Etas bien podrían ser las primeras "moscas pintadas" de la tradición y el primer trompe l'oeil de toda la pintura europea, ellas muestran cuanto de padre a hijo, y a pesar de todo las diferencias de calidad, el estudio científico de las apariencias de la naturaleza se articula a la demostración de un saber propiamente artístico.

 

Bibliografía:
 
Le Détail pour une histoire rapprochée de la peinture de Daniel ARASSE.
Editorial Flammarion, París, 2008

 
 
 

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